Cosechar los resultados de INSPIRED
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Si una de las principales lecciones aprendidas de la práctica es que un proceso de diálogo no puede preestablecer sus resultados, ya que esto pondría claramente en duda la verdadera apertura del diálogo, ¿cómo podemos saber que este ha dado sus frutos y que el esfuerzo ha merecido la pena? La respuesta a esta pregunta es bastante fácil: deteniéndose un momento para mirar hacia atrás y ver lo que realmente se ha conseguido.
Sin embargo, esta evaluación a posteriori choca frontalmente con el enfoque habitual adoptado por la mayoría de los donantes y profesionales del desarrollo, acostumbrados -y a menudo obligados- a planificar todo de antemano, con el fin de organizar su trabajo en torno a objetivos y resultados esperados que respondan a una determinada lógica de intervención o teoría del cambio. Las razones que subyacen a este énfasis en la planificación son muchas y a menudo legítimas -coordinación burocrática, previsibilidad de las asignaciones presupuestarias, división del trabajo, etc.- pero rara vez llegan a compensar la rigidez que introducen en los procesos, que deben adaptarse a un contexto siempre cambiante si no quieren dejar de ser relevantes. Esto es especialmente cierto en el caso de un proceso de diálogo, que no sólo tiene que adoptar el tipo de herramientas de gestión adaptativa que están preconizando un número cada vez mayor de profesionales y organismos, sino que también tiene que fomentar el tipo de apropiación entre los participantes que difícilmente puede lograrse mediante una planificación centralizada.
Todo esto explica por qué el método de evaluación conocido como Cosecha de Resultados ha ido ganando tanto predicamento en estos últimos años. Basado en los principios del Mapeo de Resultados (conocido en inglés como Outcomes Mapping), la Cosecha de Resultados es una "herramienta participativa de naturaleza práctica que permite a los evaluadores, los responsables de las subvenciones y los gestores de los programas identificar, formular, verificar y dar sentido a los resultados en los que han influido cuando no siempre se conocen las relaciones de causa-efecto". A diferencia de la mayoría de los demás métodos de evaluación, la Cosecha de Resultados no mide el progreso hacia unos resultados u objetivos predeterminados, sino que recoge pruebas de lo que se ha conseguido, y trabaja en retrospectiva para determinar si el proyecto o la intervención ha contribuido al cambio y cómo lo ha hecho.
En la Cosecha de Resultados, dichos resultados se definen como cambios observables en el comportamiento, es decir, en las políticas, prácticas, relaciones y acciones de los individuos, grupos, organizaciones o instituciones en los que el proyecto ha influido.
Para que se considere lo suficientemente creíble como para ser utilizado en esta evaluación, cada resultado tiene que cumplir las normas de calidad exigidas por el método de Cosecha de Resultados, lo que significa que tiene que formularse como una "declaración de resultados" que comprenda tres elementos clave: una descripción del resultado en sí mismo, su importancia para el proceso de diálogo y la contribución realizada por las diferentes partes implicadas.
Además de su capacidad para captar resultados que no se habían establecido de antemano, lo que hace que este método sea aún más interesante para INSPIRED es su carácter participativo. La "cosecha" involucra a los principales interesados en el diálogo a través de diferentes talleres y les hace detenerse a pensar en lo que han logrado colectivamente. Este tipo de demostración no sólo es la forma más adecuada de valorar hasta qué punto se ha construido la confianza entre los participantes en el proceso, sino también una forma de consolidarla mediante la toma de conciencia de lo que han conseguido colectivamente.
A lo largo de un proceso INSPIRED, el anfitrión del diálogo organiza una serie de talleres de cosecha de resultados, algunos internos y otros con la participación de todas las partes implicadas, por las razones explicadas anteriormente. Este uso de la cosecha de resultados incluye una función de seguimiento y puede dar una visión importante de cómo se está desarrollando un proceso, dónde se han logrado éxitos y dónde se necesita más trabajo. También permite que el anfitrión del diálogo identifique puntos de entrada importantes para acciones posteriores con el fin de mejorar la sostenibilidad de un resultado concreto. Por ejemplo, si uno de los resultados identificados es el hecho de que una oficina gubernamental haya asumido la evidencia empírica producidas por otra de las partes implicadas, el anfitrión del diálogo comprenderá que hay potencial para facilitar un intercambio más estructurado de información y análisis entre estos dos actores. Una vez recogidos los datos a lo largo del proceso, el conjunto de resultados prepara la evaluación final del proceso. En esta fase, los resultados también se someten a una etapa de corroboración que consiste en hacer pública la información y verificarla con terceras partes ajenas al proceso, tarea que llevan a cabo los evaluadores de manera independiente.
El método del mapeo de resultados, en el que se inspiró originalmente la cosecha de resultados, se ha integrado cada vez más en los procesos de INSPIRED, en paralelo a los talleres de cosecha explicados anteriormente. En este caso, el objetivo es desarrollar desde el principio una visión general de las expectativas de los grupos interesados en el contexto del proceso de diálogo sobre políticas. Mapeo de Resultados y Cosecha de Resultados: conceptos comunes, diferencias y usos, disponible en el sitio web de Outcome Harvesting.