Seguimiento de la aplicación de la hoja de ruta

A lo largo de esta tercera fase, la alianza de múltiples partes implicadas, guiada por el anfitrión del diálogo, deberá aprovechar el impacto de la iniciativa de diálogo para consolidar la Hoja de Ruta como un hito clave para la reforma de la política pública en cuestión. Esto implica un seguimiento continuo de la aplicación de la Hoja de Ruta y, si es necesario, la adopción de medidas de promoción para aumentar las posibilidades de aplicación. Y lo que es más importante, este trabajo regular que se llevará a cabo sobre la base del proceso de diálogo anterior es lo que debería permitir a las diferentes partes implicadas a seguir cultivando sus vínculos de cooperación, animando de ese modo el tercer resultado clave de INSPIRED: su Red de Políticas Públicas.

De hecho, suele ser en esta fase cuando las interacciones entre el amplio abanico de actores políticos, organizaciones de la sociedad civil, organismos académicos o instituciones públicas que el anfitrión del diálogo ha estado facilitando a lo largo del proceso se materializan en el tipo de red de políticas que puede garantizar la sostenibilidad de la dinámica de cooperación fomentada a través de INSPIRED. Se ha demostrado que estas redes multi-actor implicadas constituyen en la actualidad un factor central en el diseño y ejecución de políticas públicas, ya que reúnen a profesionales que pueden cambiar de puesto a lo largo del tiempo pero cuyas carreras siguen vinculadas al ámbito de esa misma política pública, así como a su conocimiento, experiencia y saber hacer.

Al fin y al cabo, la interacción entre estos círculos de profesionales especializados es la savia de las redes de política pública y uno de los factores clave para la calidad de los resultados en un ámbito político determinado. Al ser identificadas a lo largo del proceso de diálogo –llegando incluso a representar sus interacciones a través de herramientas digitales para el análisis de redes sociales– INSPIRED ofrece a la UE y a los Estados miembros una oportunidad única para comprender la dinámica real de un determinado ámbito político tras la fachada institucional y los organigramas ministeriales.

La participación de la UE y de la comunidad de donantes es especialmente importante en esta fase, ya que puede permitir la creación de incentivos y el desarrollo de nuevas iniciativas conjuntas. Ni qué decir tiene que si los responsables nacionales se comprometen a plasmar en medidas políticas unas hojas de ruta para la reforma verdaderamente inclusivas y participativas, a los donantes sólo les puede interesar apoyarlas. Para ello, el anfitrión del diálogo, en estrecha colaboración con el gobierno y los donantes activos en la política pública en cuestión, deberá identificar las necesidades de capacitación (en las instituciones públicas y entre las partes implicadas, ya sean OSC, grupos de reflexión, sindicatos, partidos políticos, etc.) que deben ser abordadas junto con las cuestiones clave identificadas a lo largo del proceso de diálogo.