Medios de comunicación
En el marco del diálogo multi-actor, la cobertura de los medios de comunicación puede sin duda aumentar la transparencia del proceso, ya que su funcionamiento y sus resultados alcanzarían al público en general y llegarían a la atención de los grupos de la sociedad más afectados por el proceso de reforma. Sin embargo, la cobertura de los medios de comunicación puede ser un arma de doble filo, ya que puede tener efectos bastante negativos sobre el entorno de confianza que el proceso tanto se esfuerza por generar, especialmente si arroja luz sobre las posibles concesiones de algunos participantes. Al fin y al cabo, lo último que quieren las partes implicadas es que su actuación sea considerada como desventajosa por aquellos a quienes representan, que a menudo suelen concebir la negociación política como un juego de suma cero en el que todo compromiso equivale a la pérdida de poder y privilegios.
Además, una cobertura mediática excesiva puede crear entre los participantes en el diálogo la sensación de estar siendo vigilados, algo que disminuye notablemente el ambiente de confianza. Sobre todo en sociedades muy polarizadas, los facilitadores y los participantes en el diálogo deben tener claro qué información están dispuestos a compartir con un público más amplio y, lo que es más importante, en qué momento. Por ejemplo, en las primeras fases del proceso puede ser preferible proporcionar sólo información general sobre el diálogo; por ejemplo, sobre la política que se está debatiendo y las partes implicadas, mientras que en las fases finales, y especialmente una vez que se ha acordado la hoja de ruta para la reforma, la atención de los medios de comunicación se vuelve vital.
Lograr un equilibrio entre la necesidad de preservar la confianza y la importancia de involucrar a los medios de comunicación no es una tarea fácil. Por regla general, los medios de comunicación deben ser percibidos como una fuerza positiva para el cambio que puede ayudar a concienciar a la gente sobre la política que se está debatiendo. Por lo tanto, siempre que sea posible, el anfitrión del diálogo y los participantes deben tratar de involucrar a los representantes de los medios de comunicación en el proceso, no sólo en su capacidad periodística, sino también como aliados que pueden ayudar a establecer la agenda y sensibilizar a los estratos más amplios de la sociedad sobre la necesidad de una reforma política.
Este fue el caso de INSPIRED Ghana, donde el equipo del proyecto involucró a los medios de comunicación desde el principio con el fin de difundir los principales argumentos a favor de la acción afirmativa a todas los ámbitos de la sociedad. Esta decisión se debió al carácter relativamente poco controvertido del tema (la infrarrepresentación de las mujeres en la toma de decisiones políticas), así como al hecho de que todos los participantes en el diálogo compartían algunas creencias sobre los remedios básicos para abordar este problema.
En algunos casos, los representantes de los medios de comunicación pueden ser actores clave del diálogo por derecho propio, como ocurrió en el primer proceso de INSPIRED en Kirguistán, en el que participaron periodistas de medios de comunicación y propietarios de empresas de radiodifusión en lenguas minoritarias. Era lógico incluirlos en los debates, ya que el diálogo se centraba en el contenido de los programas de televisión y radio en el nuevo marco de la radiodifusión digital que iba a desarrollar el gobierno. En casos así, los medios de comunicación pueden desempeñar un papel muy útil para ayudar a las partes implicadas de la sociedad civil a supervisar la aplicación por parte del gobierno de los acuerdos de reforma que sus representantes han suscrito en el marco del proceso de diálogo.
La experiencia del Instituto Multipartidario Holandés (NIMD) en el diálogo multi-partido demuestra que encontrar el equilibrio adecuado entre apertura y secretismo suele ser una cuestión de tiempo y requiere definir el alcance y el nivel de detalle de la información que se comparte con los medios. Cualquiera que sea la decisión adoptada al respecto, es importante que los participantes se atengan a ella y no proporcionen información a los periodistas de forma unilateral, ya que esto podría disminuir considerablemente la confianza y poner en peligro cualquier oportunidad de alcanzar el consenso.
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