Las herramientas

Las herramientas que aquí se presentan constituyen una lista indicativa de las actividades que conformarán cada proceso de diálogo INSPIRED en función de sus diferentes necesidades. Pueden considerarse como los "bloques" básicos que estructuran el proceso de diálogo de manera flexible y versátil, ya que su principal fuerza reside en su complementariedad. Por lo tanto, a la hora de decidir cuáles utilizar, el Anfitrión del Diálogo deberá tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Para empezar, tienen que ser necesarias para obtener los resultados del proceso de diálogo sobre políticas. En otras palabras, las herramientas no están ahí por sí mismas, sino para guiar el trabajo colectivo de los principales interesados hacia la reforma política que INSPIRED está apoyando.

  • En segundo lugar, tienen que diseñarse con el objetivo permanente de crear confianza entre las partes implicadas (que la mayoría de las veces tienen un historial limitado de cooperación y trabajo conjunto). Es a través del tipo de trabajo participativo que fomentan las herramientas INSPIRED como es posible desarrollar vínculos de trabajo y una dinámica de mutua rendición de cuentas, creando así las condiciones para mejorar la cultura del diálogo y la democratización a largo plazo.

  • Y, por último, al facilitar la producción de conocimientos como un logro conjunto, es más probable que la evidencia empírica resultante sea de propiedad colectiva, ampliando así la base de apoyo para la reforma política resultante.

Al fomentar la complementariedad entre sus diferentes herramientas, INSPIRED pretende promover el tipo de cambio de comportamiento que constituye el núcleo de cualquier reforma significativa. Una transformación tan profunda sólo puede lograrse fomentando de forma consciente y activa el entendimiento mutuo y mejorando la conciencia general sobre los puntos fuertes y las limitaciones de cada uno.

O lo que es lo mismo, todas las herramientas aquí descritas deben combinarse y organizarse en función de las necesidades específicas de cada proceso de diálogo. En aras de la apropiación, dicha planificación debería llevarse a cabo preferentemente mediante un "taller de planificación del diálogo" que reúna a las principales partes implicadas, incluidos los representantes de los ministerios competentes en la política o políticas públicas en cuestión.

Preferiblemente, todas las actividades deberían estar integrados en el documento de programación adoptado por las partes implicadas al final de la fase de Análisis Colectivo. Sin embargo, el anfitrión del diálogo y las partes implicadas deben tener la flexibilidad de adaptar su planificación inicial a cualquier circunstancia imprevista que pudiera surgir -y probablemente surja- durante esta fase, y los eventos de diálogo deben, por supuesto, reflejar esos cambios.

Cada evento de diálogo debe centrarse en objetivos claramente establecidos y en los resultados esperados, que no deben ser extremadamente complejos o ambiciosos para que el anfitrión del diálogo pueda supervisar las discusiones sin perturbar la incipiente dinámica de confianza entre los participantes. Es importante que las propias partes implicadas se pongan de acuerdo colectivamente sobre los objetivos y los resultados esperados de cada evento de diálogo, ya que esto reforzará su apropiación del proceso.

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