Fase de Análisis Colectivo

La fase de análisis colectivo determina el contexto político del país con el fin de validar, ajustar o alterar el marco de la política pública inicialmente identificado. Una vez confirmadas la pertinencia y la oportunidad de iniciar un proceso de diálogo, el anfitrión del diálogo debe determinar los posibles riesgos de conflicto y las relaciones de poder entre las partes implicada que pueden incidir en la formulación de la política pública en cuestión y/o que se verán afectadas por el cambio de dicha política.

1. Generar confianza a través de la investigación conjunta

Para ello, la fase se construye en torno a una serie de grupos de discusión, mapeos colectivos y evaluaciones participativas tanto del panorama político como de los actores políticos que tienen voz o interés en el área de la política pública bajo debate. Cada nueva ronda de mapeo colectivo aporta más claridad sobre los retos y las oportunidades de la reforma política, ya que permite a las partes implicadas validar conjuntamente las cuestiones clave y evaluar si existe una oportunidad real para lograr un consenso básico sobre los aspectos que hay que cambiar.

La calidad de la fase de análisis colectivo influirá en todo el proceso, ya que probablemente definirá la forma en que las partes implicadas trabajen en adelante y se relacionen entre sí para lograr compromisos conjuntos. Por lo tanto, a lo largo de esta fase crucial, el anfitrión del diálogo debe actuar con vistas a sentar las bases para que el diálogo sea inclusivo y permita una verdadera participación. Desde el principio, debe asegurarse de que no se deja de lado a ningún actor clave, al tiempo que se implica activamente para que los participantes en el diálogo se reconozcan mutuamente como interlocutores legítimos.

El reconocimiento mutuo está intrínsecamente ligado a la confianza. De hecho, comenzar el proceso de diálogo con un análisis colectivo que exija a los participantes definir conjuntamente las principales necesidades y prioridades que deben abordarse, así como las formas de trabajar juntos durante el resto del proceso, probablemente creará un entorno propicio para desarrollar confianza entre los participantes y aumentar su futura apropiación de lo que pueda resultar del mismo.

2. Promover una cultura de diseño de políticas con base empírica

La fase finaliza cuando las partes implicadas alcanzan un primer acuerdo en forma de un Análisis Participativo de la Política Pública (APP) que proporcionará los datos necesarios y sentará las bases para la posterior fase de construcción de consenso.

Este documento será el resultado de la colaboración entre los actores clave que hayan sido identificados durante el mapeo y consistirá en un análisis conjunto de la política en cuestión, contextualizando así el proceso de diálogo subsiguiente dentro de un marco político concreto y señalando sus nudos críticos y posibles fuentes de conflicto que deberán abordarse para lograr el consenso.

Este documento también incluirá un conjunto de indicadores políticos acordados conjuntamente por los participantes para medir el estado y la evolución de la política en cuestión. Estos indicadores pueden existir previamente y ser actualizados periódicamente por la oficina nacional de estadística u otros organismos gubernamentales -en cuyo caso uno de los esfuerzos clave será garantizar que sean precisos y estén disponibles- o no existir aún oficialmente, en cuyo caso los participantes en el proceso de diálogo pueden emprender su desarrollo como parte de su labor de investigación conjunta.

El hecho de basar los debates en datos concretos y fiables no sólo obedece a la creencia en la importancia de promover un enfoque más riguroso hacia la elaboración de políticas, sino también a la asunción de que la promoción de una cultura de diálogo requiere, en primer lugar, superar el tipo de dialéctica partidista que tiende a despreciar los hechos cuando éstos contradicen una determinada postura ideológica.

3. El Análisis Participativo de la Política Pública

El principal resultado de la Fase de Análisis Colectivo consiste en un Análisis Participativo de la Política Pública que perfila los aspectos clave de la política pública en cuestión. Adopta la forma de un documento técnico que contiene y presenta la base empírica sobre la que se desarrollarán las deliberaciones de la fase de construcción de consenso. En este sentido, desempeña un papel crucial a la hora de garantizar que el diálogo se centre en datos reales en lugar de en creencias, prejuicios o suposiciones infundadas.

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