Abrir el espacio de diálogo
Los donantes pueden proporcionar a las partes implicadas una plataforma para acoger el diálogo simplemente haciendo uso de su poder de convocatoria, que es un activo muy importante en entornos políticos polarizados, donde las facciones opuestas parecen reacias a reunirse y sus formas de interacción suelen estar basadas en la confrontación. En esas circunstancias, la intervención de un actor extranjero que sea percibido como un intermediario honesto -si no neutral, al menos imparcial- puede transmitir a los actores clave para que discutan los aspectos esenciales de una determinada política pública. Sin embargo, en aras de la apropiación local, los donantes deben abstenerse de moderar o facilitar el diálogo por sí mismos, ya que siempre es preferible delegar dichas tareas en un actor local que ejerza como anfitrión del diálogo
En Bolivia, el Análisis Participativo de Políticas elaborado en 2018 por representantes de la sociedad civil ha fomentado un entendimiento común sobre los retos planteados por el contexto político boliviano, identificando conjuntamente las lagunas institucionales en la aplicación de los convenios pertinentes de la OIT y de la ONU, y garantizando que el desarrollo de capacidades venga impulsado por la demanda y basado en necesidades reales. El Análisis Participativo de Políticas también sentó las bases para el desarrollo de un mecanismo de aprendizaje entre pares, ayudando a las partes implicadas a identificar qué experiencias eran las más adecuadas para el contexto boliviano, garantizando al mismo tiempo que el mecanismo permaneciera en todo momento orientado a la demanda y que los homólogos de distintas organizaciones e instituciones participasen activamente en un ejercicio de aprendizaje colectivo de carácter constructivo y horizontal, enmarcado en torno a objetivos específicos y resultados medibles.
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